Como una pequeña flor
te habrías, dulcemente a la vida
apoyadito en mi regazo
íbamos por el mundo
tan felices los dos.
te habrías, dulcemente a la vida
apoyadito en mi regazo
íbamos por el mundo
tan felices los dos.
Que no pude presentir,
no se en que extraño
y oscuro laberinto del destino
nos acechaba la muerte,
que cruel y sin clemencia,
te arrebato de mis brazos,
un triste amanecer de octubre
Ni siquiera todo mi amor de madre,
pudo salvarte Pequeñito mío
eras el pedacito de un gran amor
hecho niño, un sueño esperado
eras la tercera bendición,
que Dios nos regalo.
Es tan grande mi tristeza,
nuestro hogar esta tan solo
desde que tú estas ausente,
que solo nos anima ese don
divino que el señor nos dio,
de poder cerrar los ojos
y hundirnos en los recuerdos,
poder soñar que estas aquí,
que vuelves a mis brazos,
mi pequeñito adorado.
no se en que extraño
y oscuro laberinto del destino
nos acechaba la muerte,
que cruel y sin clemencia,
te arrebato de mis brazos,
un triste amanecer de octubre
Ni siquiera todo mi amor de madre,
pudo salvarte Pequeñito mío
eras el pedacito de un gran amor
hecho niño, un sueño esperado
eras la tercera bendición,
que Dios nos regalo.
Es tan grande mi tristeza,
nuestro hogar esta tan solo
desde que tú estas ausente,
que solo nos anima ese don
divino que el señor nos dio,
de poder cerrar los ojos
y hundirnos en los recuerdos,
poder soñar que estas aquí,
que vuelves a mis brazos,
mi pequeñito adorado.
Con todo mi amor para mi hijo Marlon David
